La mejora de la salud sexual y reproductiva debe seguir siendo una prioridad en Etiopía

La inversión conjunta en anticoncepción moderna y atención materna y neonatal beneficiaría la salud de las mujeres

Nuevas estimaciones publicadas por el Guttmacher Institute revelan graves deficiencias en los servicios de salud sexual y reproductiva para las mujeres en edad fértil en Etiopía. Los datos, publicados en dos hojas informativas, examinan las necesidades actuales de servicios anticonceptivos y atención sanitaria materna y neonatal entre las mujeres en edad reproductiva (15-49 años), así como específicamente entre las adolescentes de 15-19 años en Etiopía. También calculan el coste de satisfacer plenamente estas necesidades. La investigación demuestra que invertir conjuntamente en anticoncepción moderna y atención sanitaria materna y neonatal es esencial para mejorar la salud y el bienestar de las mujeres.

Garantizar el acceso y la provisión de servicios anticonceptivos es un elemento crucial para satisfacer el derecho de las personas a tomar decisiones autónomas sobre si tener o no un hijo y cuándo. Sin embargo, los datos muestran que 4,5 millones de mujeres en Etiopía, incluidas 284.000 adolescentes, tienen una necesidad insatisfecha de anticoncepción moderna; es decir, están casadas o son sexualmente activas y no desean tener un hijo durante al menos dos años, pero no utilizan un método anticonceptivo moderno.

“El noventa por ciento de los embarazos no deseados en Etiopía se producen entre mujeres jóvenes con una necesidad insatisfecha de anticonceptivos modernos”, afirma Yordanos Wolde, de la Asociación Talent Youth. “Los jóvenes necesitamos servicios más adaptados y no estigmatizantes para satisfacer nuestras necesidades”.

En los últimos años, el gobierno etíope fijó objetivos para aumentar el uso de intervenciones que reduzcan la mortalidad materna y neonatal y se comprometió a poner los anticonceptivos a disposición de todos los que los deseen. Los esfuerzos del gobierno incluyen reforzar los servicios orientados a adolescentes y jóvenes y mejorar el acceso de los adolescentes a la anticoncepción.

Sin embargo, los autores del estudio descubrieron que pocas de las 323.000 adolescentes que dan a luz cada año reciben los componentes esenciales de la atención sanitaria materna y neonatal recomendados por la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Sanidad etíope. Por ejemplo, sólo una de cada 10 adolescentes da a luz en un centro sanitario.

La adopción de un enfoque coordinado en la prestación de servicios de salud sexual y reproductiva reportaría inmensos beneficios para la salud de todas las mujeres en edad reproductiva. Si la plena provisión de anticonceptivos modernos se combinara con una atención adecuada a todas las mujeres embarazadas y a sus recién nacidos, las muertes maternas descenderían un 81% al año y las neonatales un 85%.

“Las estrategias integrales de atención a la salud sexual y reproductiva son vitales para mejorar el bienestar de las mujeres y sus familias”, afirma Taylor Riley, investigador asociado del Guttmacher Institute y coinvestigador de las nuevas estimaciones. “Debe darse prioridad a satisfacer la necesidad de anticoncepción moderna junto con servicios de atención sanitaria materna y neonatal de alta calidad”.

Invertir en satisfacer las necesidades tanto de anticoncepción moderna como de atención sanitaria materna y neonatal también costaría menos en comparación con centrarse únicamente en la atención sanitaria materna y neonatal. Esto se debe a que el coste de prevenir un embarazo no deseado mediante el uso de métodos anticonceptivos modernos es mucho menor que el coste de la atención a un embarazo no deseado. De hecho, la plena satisfacción de las necesidades de atención sanitaria materna y neonatal junto con la satisfacción de las necesidades de anticonceptivos modernos de las mujeres en Etiopía ahorraría aproximadamente 261 millones de dólares anuales en comparación con el coste de satisfacer únicamente las necesidades de atención sanitaria materna y neonatal. Esta doble inversión se traduce en un coste de 12,81 dólares por persona y año.

Los autores recomiendan mejorar el acceso y la prestación de servicios integrales de salud sexual y reproductiva, especialmente para los grupos vulnerables, como las comunidades pastorales. Esto debería incluir el refuerzo de la calidad de los servicios de salud centrados en los adolescentes y los jóvenes y de los programas escolares, especialmente para los grupos más marginados, como los adolescentes con discapacidades y los que tienen menos estudios o un estatus socioeconómico más bajo. Impartir formación a los trabajadores sanitarios centrada en garantizar la prestación de servicios de salud sexual y reproductiva respetuosos y de calidad ayudaría a mejorar los resultados sanitarios de las mujeres de todas las edades en Etiopía.