Empoderamiento: Las mujeres de Ghana toman las riendas de su vida reproductiva

Por Sandra Jordan, USAID, y Faustina Fynn-Nyame, Marie Stopes International

Rahinatu tiene 18 años y trabaja en uno de los mercados más concurridos de Accra. Ha viajado a Accra desde el norte de Ghana para trabajar como kayayei (porteadora en el mercado), con la esperanza de ahorrar lo suficiente para comprar los enseres y utensilios que necesitará antes de casarse. Lleva seis meses trabajando en los mercados, pero la vida como kayayei es desesperadamente dura. Mujeres y niñas como Rahinatu duermen a la intemperie en los portales de los puestos de mercado o en cajas abandonadas, y son muy vulnerables al acoso sexual y las violaciones.

“Vivir aquí es difícil”, dice Rahinatu. “Sólo soy una kayayei, los hombres a veces intentan violarnos. No tengo a nadie que me cuide, estoy solo”.

Capacitar a las mujeres para que asuman el control de sus vidas y su salud reproductiva es el centro de los esfuerzos de USAID en planificación familiar, y se alinea perfectamente con la misión de Marie Stopes International de prestar servicios de calidad. Significa hacer un esfuerzo adicional para garantizar que las mujeres más marginadas puedan acceder a servicios seguros de salud sexual y reproductiva. Los derechos y las protecciones pueden figurar en la legislación, pero a menudo las mujeres siguen sin poder acceder a los servicios que necesitan, como los anticonceptivos.

La capacitación es un concepto básico de la atención sanitaria reproductiva basada en los derechos. FP2020’s Rights & Empowerment Principles for Family Planning lo define así:

Capacitación: Los individuos están capacitados como actores y agentes principales para tomar decisiones sobre su vida reproductiva, y pueden ejecutar estas decisiones mediante el acceso a información, servicios y suministros anticonceptivos.

En Ghana, USAID apoya una asociación única entre Marie Stopes International, organizaciones benéficas de lucha contra el VIH, el Ministerio de Sanidad, el Ministerio de Asuntos de la Mujer y la Infancia, y el Servicio de Policía, con el fin de empoderar a las mujeres más marginadas y vulnerables. Los equipos móviles de Marie Stopes salen todos los días a los mercados, llevando información y servicios de planificación familiar a los kayayei como Rahinatu.

Tras su sesión de asesoramiento con la enfermera de Marie Stopes, Rahinatu decidió ponerse el implante anticonceptivo de cinco años para poder seguir trabajando y seguir ahorrando. También conoció otros servicios de apoyo, de la policía y de organizaciones benéficas, que pueden ayudarla a protegerse mientras vive y trabaja en el mercado.

El servicio a los kayayei es un éxito de la planificación familiar. Pero ése es sólo uno de los retos a los que nos enfrentamos a la hora de hacer realidad la capacitación de las personas; hay muchos más.

En Kenia, por ejemplo, las arraigadas creencias culturales conservadoras impiden a muchas mujeres de las zonas rurales utilizar métodos anticonceptivos. Una parte fundamental de la capacitación de las mujeres en estos entornos es la labor educativa en la comunidad. Los equipos de divulgación de Marie Stopes International trabajan con los líderes comunitarios y religiosos de estas zonas, y con los hombres que controlan la toma de decisiones en la familia, para aumentar el acceso de las mujeres a unos servicios muy necesarios.

En Zimbabue, Marie Stopes envía equipos móviles a las zonas más rurales del país, llevando la anticoncepción moderna a mujeres que nunca han tenido acceso a ella. En Tanzania, las enfermeras de Marie Stopes prestan servicios de planificación familiar en las barriadas urbanas a bordo de carritos. Y en Myanmar, las matronas de Marie Stopes viajan hasta 10 horas en barco para llegar a las comunidades más remotas con atención sanitaria reproductiva que salva vidas.

En estos y muchos otros países, USAID y Marie Stopes International colaboran para dar un paso más -y el último- para proporcionar a las mujeres la información, los servicios y los suministros que necesitan.