La salud y los derechos sexuales y reproductivos son clave para alcanzar los ODS

Piensa en esto: Según un estudio del Banco Mundial, si el mundo hubiera atendido el 90% de las necesidades mundiales insatisfechas de planificación familiar para 2015, se habrían reducido los nacimientos anuales en casi 28 millones, con lo que se habrían evitado 67.000 muertes maternas, 440.000 neonatales, 473.000 infantiles y 564.000 mortinatos.

Los datos mundiales indican que los mayores beneficios de la reducción de embarazos no deseados se observaría en los países más pobres, con incrementos del PIB que oscilarían entre el uno y el ocho por ciento para 2035. Hay pocas intervenciones que tengan efectos tan amplios y que ofrezcan un rendimiento de la inversión tan increíble.

Los gobiernos que trabajan solos, o sólo con socios para el desarrollo, no pueden hacer todo lo necesario para elevar los niveles de salud. Necesitan el apoyo de la sociedad civil y del sector privado con su talento, empuje, experiencia y recursos para dar un salto adelante en sus sistemas sanitarios.

Volviendo a Kenia, es importante señalar que el país ha realizado en los últimos años importantes avances en la mejora de la salud y el bienestar de su población. La La Encuesta Demográfica y de Salud de Kenia (KHDS) de 2014 muestra claramente este avance en el descenso de las tasas de mortalidad materna e infantil en Kenia. Los avances se ven respaldados por el sistema descentralizado, en el que los condados están aumentando su asignación al sector sanitario. Dinamarca lo apoya financiando los centros de atención primaria directamente a través de los condados.

Pero para mantener este impulso Kenia necesita abordar urgentemente los problemas que afectan al sector sanitario, crear margen de mejora y explorar nuevas vías para ampliar la atención primaria universal mediante asociaciones.

Como afirma el embajador de Kenia ante las Naciones Unidas en Ginebra, el Dr. Stephen Karau, en un contundente artículo de opinión, Kenia puede dar el salto a la atención primaria universal.

Para hacer realidad la Visión 2030 de Kenia y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es importante que el Gobierno siga reforzando su rectoría sobre el sector sanitario, respete y apoye el papel de los condados y aproveche los respectivos puntos fuertes de todos los proveedores y facilitadores sanitarios de manera eficiente y responsable, especialmente en las zonas vulnerables y remotas.

El Gobierno de Kenia ha demostrado su liderazgo, compromiso y capacidad a través de una asociación entre el Gobierno y las Naciones Unidas en seis condados en materia de salud materno-infantil. Está abordando cuellos de botella críticos en los sistemas sanitarios de estos seis condados. Se trata de Mandera, Marsabit, Migori, Wajir, Isiolo y Lamu. En estos condados se produjeron casi la mitad de todas las muertes maternas de Kenia.

La mejora de la salud maternoinfantil en estos seis condados ha repercutido positivamente en las tendencias y estadísticas nacionales. La iniciativa ha movilizado a multitud de socios de todos los sectores para llegar adonde nadie había llegado antes y contribuir de forma colectiva y holística a aumentar la demanda y el acceso a una atención sanitaria maternoinfantil asequible y de calidad.

El Gobierno de Dinamarca ha comprometidos 6 millones de dólares para la segunda fase de la iniciativa de los seis condados sobre salud maternoinfantil. Se trata de un voto de confianza sobre el impacto que la asociación del Gobierno de Kenia y las Naciones Unidas en Kenia está teniendo sobre el terreno.

Otra iniciativa muy importante es la Private Sector Health Partnership Kenya, que se puso en marcha en septiembre de 2015 en el lanzamiento mundial de la Estrategia del Secretario General de las Naciones Unidas para la salud de todas las mujeres, niños y adolescentes. Esta Asociación es una clara demostración de cómo movilizar a agentes no tradicionales en la esfera del desarrollo. Impulsados por una visión clara y unos principios de compromiso en la colaboración público-privada, varios proyectos ya están mejorando la salud y el bienestar de las comunidades.

La participación de un amplio abanico de socios ofrece un gran potencial para desarrollar nuevos modelos que ofrezcan lo mejor de los sectores público y privado, con la posibilidad de ampliar la prestación de asistencia sanitaria a poblaciones vulnerables y pobres en entornos con pocos recursos. También brinda la oportunidad de garantizar el compromiso a largo plazo de los socios, así como la sostenibilidad y la escalabilidad de los nuevos modelos, mediante la creación de valor compartido.

El enfoque multisectorial y multisectorial no sólo mejorará los resultados sanitarios, sino que también contribuirá a aumentar las oportunidades de educación y empleo para los jóvenes, ya que los socios necesitarán, por ejemplo, personal formado, distribuidores y capacidades de mantenimiento y servicio sobre el terreno. Este efecto multiplicador apoyará la transición de Kenia hacia el dividendo demográfico y acelerará la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible está marcada por la solidaridad, la participación y la universalidad. Mejorar la eficacia, la calidad y el impacto de la cooperación al desarrollo en este contexto requerirá asociaciones integradoras, enfoques innovadores y la aplicación de las lecciones aprendidas a nivel nacional. En un panorama cambiante, es cada vez más importante acabar con los compartimentos estancos que tradicionalmente han regido la financiación y la ejecución del desarrollo.

Pero para cambiar la situación de las mil mujeres y niñas que mueren cada día durante el embarazo o el parto en todo el mundo, tenemos que aunar nuestros esfuerzos. Hay un proverbio keniata que dice: “Los palos en un haz son irrompibles”.

Por eso se suele decir que las asociaciones trabajan en “concierto”, ya que se necesita toda una orquesta para tocar una sinfonía. Una sinfonía que “no deja a nadie atrás”.