Una emergencia desigual: Análisis rápido de género de CARE sobre la crisis de refugiados y migrantes en Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela

report coverEste Análisis Rápido de Género (ARG) combinado proporciona información y observaciones sobre las diferentes necesidades, capacidades y estrategias de afrontamiento de las mujeres, los hombres y las personas LGBTIQ+ de Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú. Pretende comprender cómo han cambiado los roles y las relaciones de género a raíz de la crisis y compartir recomendaciones sobre cómo la comunidad humanitaria puede tener más en cuenta estas dinámicas cambiantes para satisfacer mejor las diferentes necesidades de cada grupo. Se basa en una combinación de recopilación y análisis de datos primarios y secundarios de cada uno de los 4 contextos a través de RGAs celebradas durante un período de 12 meses (2019-2020) – incluyendo discusiones de grupos focales y entrevistas a informantes clave (KIIs). A continuación se actualizó con datos secundarios relacionados con el inicio de la pandemia COVID-19.

Principales resultados

    Los venezolanos se enfrentan a diversos riesgos de protección, que aumentan significativamente una vez que inician su viaje migratorio. Muchos migrantes y refugiados venezolanos viajan por medios “irregulares”, y muchos se enfrentan a la explotación debido a su falta de documentación.

    Las mujeres, las niñas y las personas LGBTIQ+ corren un mayor riesgo de sufrir violencia de género, incluso por parte de las autoridades. Las supervivientes de la violencia de género no acceden a los servicios necesarios por miedo, vergüenza, impunidad, desconocimiento de los servicios y desconfianza en el sistema.

    Los migrantes y refugiados venezolanos sufren xenofobia generalizada en Colombia, Ecuador y Perú. La xenofobia también limita el acceso a los servicios básicos, como la vivienda y el empleo. La percepción hipersexualizada de las mujeres y las adolescentes venezolanas las hace especialmente vulnerables a la violencia y la explotación sexuales.

    Mientras que la mayoría de los venezolanos entrevistados viven en una casa de su propiedad o de su pareja, la mayoría de los inmigrantes y refugiados venezolanos viven de alquiler, a menudo hacinados e insalubres. Los aseos y los baños suelen ser comunales y a menudo inseguros, sobre todo para las mujeres y las niñas. – Las mujeres, los hombres, las niñas y los niños venezolanos luchan por encontrar oportunidades de generación de ingresos que sean suficientes para satisfacer sus necesidades básicas. Las mujeres y las niñas, en particular, están expuestas a condiciones de trabajo inseguras y de explotación, mientras que los hombres y los niños corren el riesgo de ser reclutados por grupos delictivos.