Poner en práctica intervenciones demostradas para animar a las parejas a hablar de planificación familiar/salud reproductiva y a tomar decisiones equitativas y conjuntas para alcanzar las intenciones de fertilidad.
La comunicación de pareja es una forma de comunicación interpersonal que implica intercambiar o compartir información, pensamientos, ideas, intenciones y sentimientos entre las parejas sexuales. En la comunicación de las parejas influyen las políticas, las actitudes, los valores, la cultura, las normas sociales y de género y el entorno inmediato del individuo. Existen muchas formas de comunicación interpersonal que podrían dar lugar a la adopción de métodos anticonceptivos modernos o a la mejora de los resultados en materia de salud reproductiva, por ejemplo, entre mujer y mujer; hombre y hombre; padres e hijos; proveedor y cliente; proveedor y proveedor; adulto de confianza y adolescente. Este informe se centra en la mejora de la comunicación de las parejas sanas para mejorar los resultados de la salud reproductiva.
Desde la década de 1990, el campo de la planificación familiar ha reconocido la importancia de la comunicación de las parejas en la adopción voluntaria de métodos anticonceptivos modernos.1-3 Varios estudios muestran una asociación positiva entre las parejas que hablan de sus intenciones de fertilidad con la toma de decisiones conjunta sobre si tener hijos o no y cuándo tenerlos (Schwandt et al., 2021; Naja-Sharjabad, 2021; Shattuck, 2011).4-6
En la última década, han surgido pruebas sobre la importancia de garantizar intervenciones que promuevan una comunicación saludable entre las parejas, centrándose en la mejora de la calidad de esas conversaciones6(p186) y abordando las desigualdades de género. Apoyar una comunicación saludable entre las parejas puede aumentar el uso de anticonceptivos modernos y, al mismo tiempo, cumplir con el principio de “igualdad de género” de la HIP, es decir, “esforzarse por incluir a mujeres y hombres mediante la eliminación de las barreras que impiden su participación activa y la toma de decisiones, reconociendo el papel de la planificación familiar en el apoyo a una dinámica de poder y unas relaciones sanitarias más equitativas”.7 Recientemente, se ha prestado atención al poder relacionado con la toma de decisiones sexuales y las relaciones sexuales saludables (por ejemplo, el consentimiento, la autonomía corporal y el placer), consentimiento, autonomía corporal, placer), con la necesidad de “apoyar mejor a las parejas en el desarrollo de habilidades prácticas para aumentar la intimidad y la comunicación”.8(p5)
El acceso a métodos anticonceptivos modernos y la autonomía reproductiva son derechos humanos fundamentales.9 Las personas deben poder acceder a la anticoncepción como derecho individual. La participación de la pareja masculina no debe impedir que las mujeres elijan métodos anticonceptivos libres de la influencia de su pareja masculina.6 Por lo tanto, aunque el fomento de una comunicación saludable entre las parejas para mejorar los resultados de la salud reproductiva es un PAI de probada eficacia, es fundamental garantizar que “todas las parejas e individuos tengan el derecho básico a decidir libre y responsablemente el número de hijos que desean tener y el intervalo entre los nacimientos”.