Evaluación del sector sanitario privado en Filipinas

La República de Filipinas tiene unos 104,9 millones de habitantes en el sudeste asiático. El fuerte crecimiento económico registrado a lo largo de la década de 2010 se ha traducido en un descenso de las tasas de pobreza en todo el país, con algunas variaciones regionales. Filipinas es también el país de Asia Oriental con la población activa más joven, lo que impulsa el crecimiento del sector de la externalización de procesos empresariales (BPO). Al mismo tiempo, los resultados sanitarios también están mejorando en Filipinas. Los aumentos sustanciales de la financiación pública, las inversiones en instalaciones y recursos humanos sanitarios y las inversiones en el programa nacional de seguro médico PhilHealth han contribuido a que más filipinos accedan a la atención sanitaria que necesitan.

A pesar de los notables avances, siguen existiendo retos en materia de salud reproductiva. La histórica Ley de Procreación Responsable y Salud Reproductiva, aprobada en 2012, ofrece una garantía jurídica para que todas las mujeres tengan acceso a información y servicios de planificación familiar y salud reproductiva. Sin embargo, la fecundidad es alta para la región, con 2,9 hijos por mujer, y el uso de la PF moderna es bajo (el 25% de todas las mujeres utilizan anticonceptivos modernos). Filipinas también se enfrenta a un problema de embarazos en la adolescencia, con tasas elevadas en comparación con sus vecinos. Estas tendencias se producen a pesar de las importantes inversiones realizadas por los donantes y el gobierno filipino, y contribuyen a la lentitud de los avances en la mejora de los resultados de la salud materna. Son muchos los factores que contribuyen a la escasa aceptación de los servicios de PF. Uno de los principales obstáculos es la oposición de la Iglesia católica, que ejerce una gran influencia en Filipinas y sólo apoya los métodos naturales de PF. Esta oposición contribuyó a retrasar 13 años la aprobación de la ley de Salud Reproductiva de 2012 y ha provocado el mayor problema actual para acceder a los servicios de PF: medidas cautelares dictadas por el Tribunal Supremo que han impedido la plena aplicación de la Ley de Salud Reproductiva de 2012 y creado confusión sobre lo que está y no está permitido en relación con la adquisición, distribución y suministro de anticonceptivos tanto en el sector público como en el privado.

El proyecto Sustaining Health Outcomes through the Private Sector (SHOPS Plus), financiado por USAID, llevó a cabo esta evaluación para identificar oportunidades y ofrecer recomendaciones para que USAID/Filipinas apoye una mayor prestación de servicios modernos de PF, especialmente para los jóvenes y adolescentes filipinos, a través del sector privado.