Durante las emergencias de salud pública, a menudo se desvían recursos humanos y financieros de los programas sanitarios esenciales para responder al brote de la enfermedad. La respuesta de emergencia al brote de COVID-19 también significa que los recursos para los servicios esenciales de salud materna, neonatal, de género y reproductiva se desviarán para hacer frente al brote, lo que contribuirá a un aumento de la mortalidad materna y neonatal, una mayor necesidad insatisfecha de anticonceptivos, infecciones de transmisión sexual y violencia de género.
Los servicios de salud materna y reproductiva de emergencia pueden llevarse la peor parte, con instalaciones inadecuadas en las zonas de aislamiento para evaluar y atender a las parturientas y a los recién nacidos. Los procedimientos que salvan vidas, incluido el tratamiento de complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto, se retrasan debido al despliegue de personal, a que éste no está preparado ni protegido para el servicio, y a la escasez y falta de infraestructuras, por ejemplo quirófanos y espacio en las salas. Las mujeres que tienen que pasar tiempo recuperándose en el hospital en Pakistán suelen depender de sus familiares para la alimentación y los cuidados, lo que dificulta el aislamiento y las medidas de control de infecciones e intensifica los riesgos de propagación del COVID-19.
La disponibilidad y el acceso a los servicios de planificación familiar pueden verse afectados, ya que pruebas recientes demuestran que la necesidad de planificación familiar aumentaría durante el periodo de imposición del aislamiento en el hogar. La necesidad insatisfecha de anticonceptivos se ve agravada porque la entrega de productos anticonceptivos a los centros y los hogares se ve afectada negativamente por las limitadas importaciones y la disponibilidad y distribución de productos anticonceptivos en el país. Para la mayoría de las mujeres en edad reproductiva, la planificación familiar es tan importante como el resto de la atención sanitaria. A medida que la infraestructura de salud pública cambia para apoyar y tratar a las personas con COVID-19, es esencial que mantengamos el acceso a los servicios y productos esenciales de salud materna, incluida la planificación familiar. En ausencia de estas medidas, las consecuencias podrían poner en peligro la vida y revertir los recientes avances logrados para garantizar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva en Pakistán.
El bloqueo y las restricciones durante la pandemia pueden aumentar la explotación de los grupos vulnerables, que carecen de mecanismos de supervivencia. Esto puede incluir un aumento de los incidentes de abusos sexuales y físicos, y de la violencia conyugal.