Análisis y mejora de la financiación de la prestación de servicios de planificación familiar en crisis humanitarias

A nivel mundial, se estima que 1 de cada 70 personas se ve afectada por una crisis humanitaria, con aproximadamente 132 millones de personas en todo el mundo que necesitan asistencia (UNOCHA, 2018c). Debido a emergencias naturales o provocadas por el hombre que perturban el funcionamiento de las comunidades y causan pérdidas humanas, materiales, económicas o medioambientales generalizadas, las personas afectadas no pueden hacer frente a la situación con sus propios recursos y necesitan ayuda nacional o internacional (Singh et al., 2018). Aunque estas inversiones han aumentado considerablemente, existen importantes déficits de financiación para la ayuda humanitaria (UNOCHA, 2018a). Estas limitaciones de financiación han restringido los esfuerzos de respuesta humanitaria, dejando a un gran número de personas desplazadas sin servicios sanitarios adecuados. Aproximadamente una cuarta parte de las personas que se enfrentan a desplazamientos internos y transfronterizos son mujeres y niñas en edad reproductiva, lo que representa una gran población necesitada de servicios básicos críticos de salud reproductiva, incluida la planificación familiar (UNFPA, 2018). Sin embargo, a pesar de las evidentes pruebas de la demanda de planificación familiar en las crisis humanitarias, los esfuerzos de respuesta sufren varios problemas relacionados con la dinámica de la financiación humanitaria.

A la luz de estos retos, los EE. El proyecto Health Policy Plus (HP+), financiado por la Agencia para el Desarrollo Internacional, llevó a cabo una revisión de los procesos de planificación de la respuesta a las crisis humanitarias, los casos y la bibliografía asociada para comprender cómo se gestionan y financian las necesidades de planificación familiar en los distintos contextos de crisis humanitarias. Este informe presenta los retos críticos, las lecciones clave aprendidas y las posibles oportunidades que HP+ ha identificado para ayudar a mejorar la financiación de la planificación familiar como parte de los esfuerzos de respuesta humanitaria.