Obtención de datos sobre la marcha: Mujeres y niñas en contextos humanitarios

Por Jennifer Schlecht, Becaria Global de Planificación Familiar para Crisis Humanitarias, FP2020

La comunidad mundial de planificación familiar utiliza datos para orientar su trabajo. Pero, ¿qué ocurre cuando los datos son incoherentes o incluso no están disponibles? Conflictos, desplazamientos, migraciones y otras crisis hacen que la población mundial esté más en movimiento que nunca, y la recopilación de datos en una crisis humanitaria puede ser difícil de conseguir. ¿Cuántas mujeres y niñas se ven afectadas por las crisis? ¿Dónde están? ¿Y estamos haciendo algún progreso para llegar a ellos con servicios de planificación familiar (PF)?

Responder a estas preguntas es difícil, pero se trata de un área crítica de interés para FP2020 y nuestros socios. Discernir estos retos en la recopilación de datos es un primer paso fundamental para satisfacer la necesidad.

● Rara vez se dispone de datos a nivel de población para los grupos afectados por crisis: Las encuestas nacionales basadas en la población rara vez reflejan información sobre las poblaciones directamente afectadas por las crisis. Los problemas de seguridad y acceso suelen dar lugar a la exclusión de los grupos desplazados de las encuestas nacionales. Además, la realización de encuestas en estas regiones para suplir las carencias de datos presenta consideraciones éticas singulares. Los investigadores deben sopesar si la recogida de datos en cada crisis es ética. En un conflicto político, por ejemplo, ¿demuestra implícitamente la encuesta un sesgo a favor de un determinado bando en detrimento de otro, o podrían utilizarse indebidamente los resultados de la encuesta para identificar y atacar a grupos vulnerables?

● Los sistemas de vigilancia rutinarios, incluidos los Sistemas de Información y Vigilancia Sanitaria (SIGS), se colapsan con frecuencia: Los conflictos y las catástrofes naturales suelen desbaratar los sistemas de vigilancia que pudieran haber existido anteriormente. Aunque hay excepciones, es posible que muchos países tuvieran sistemas deficientes antes de la crisis. Entonces, cuando se produce una crisis, los sistemas rurales basados en papel pueden perderse por completo, y el propio personal de datos formado puede verse desplazado. Con frecuencia se establecen sistemas de vigilancia suplementarios. Sin embargo, pueden basarse en programas u organizaciones, y los indicadores pueden no estar normalizados. Cuando se produce una catástrofe, decenas de organizaciones sin ánimo de lucro, organismos de ayuda humanitaria, proveedores de servicios, etc. se apresuran a acudir a un país. Estas organizaciones podrían establecer sus propios sistemas de vigilancia para apoyar una toma de decisiones eficaz y adaptable. Cuando la crisis se estabiliza, muchas veces estos mismos organismos ayudan a reforzar los sistemas HMIS a más largo plazo. Sin embargo, persisten los retos durante la crisis. Los indicadores y enfoques específicos de cada organización varían durante una crisis, lo que complica la capacidad de agregar datos en toda la región o población afectada por la crisis. Además, el organismo responsable de agregar los datos sanitarios en una crisis puede variar en función del tipo de crisis que se produzca -ya sea una hambruna, una catástrofe natural, un conflicto violento u otra cosa-, lo que contribuye aún más a los problemas de normalización.

● Incluso dentro del sistema avanzado de datos de una agencia o programa humanitario, puede haber problemas a la hora de interpretar los datos recopilados. Puede haber incoherencias entre las definiciones de los indicadores, como suele ocurrir en contextos más estables, y los datos también se ven influidos por los movimientos de población. Además de los retos que plantea la comprensión de la información sobre poblaciones “en movimiento” cuando se está produciendo una migración de crisis, las poblaciones afectadas por crisis relativamente estables son cada vez más fluidas, y es posible que entren y salgan de la zona de crisis o se desplacen entre instalaciones. Por ello, los conceptos en torno a los nuevos datos de los usuarios se enfrentan a retos adicionales cuando la movilidad es elevada.

Los socios de planificación familiar están trabajando para hacer frente a estos retos y utilizando los datos de los programas de varios socios de ejecución humanitaria para aumentar la visibilidad global de las necesidades de PF en un contexto de crisis humanitaria. Track20 y FP2020 están trabajando para aumentar nuestra colaboración con los socios ejecutores para examinar cómo se pueden utilizar e interpretar mejor los datos existentes sobre los programas. La Secretaría de FP2020 también se complace en anunciar la inclusión de un representante de la comunidad humanitaria en el grupo de trabajo de seguimiento y evaluación del rendimiento de FP2020, un paso que esperamos nos ayude a comprender y abordar algunos de estos retos en materia de datos y a elevar las cuestiones humanitarias dentro de la agenda de medición de FP2020. Además, en la Organización Mundial de la Salud, el Grupo de Salud Mundial está trabajando para perfeccionar un conjunto básico de indicadores de salud sexual y reproductiva (SSR) para su seguimiento durante cualquier crisis. Los esfuerzos para avanzar hacia la Hoja de ruta de datos y rendición de cuentas para la SSR y la PF se centrarán en la alineación de estos indicadores básicos en otros organismos internacionales. Estos esfuerzos prometen hacer avanzar nuestra comprensión y capacidad de comunicación sobre las poblaciones afectadas por las crisis.