Queda mucho camino por recorrer: participación de hombres y niños en los compromisos y planes nacionales de planificación familiar

Antecedentes: Las pruebas demuestran que, para alcanzar los objetivos mundiales relacionados con el acceso de las mujeres y las niñas a la planificación familiar moderna (PF) y la igualdad de género, es fundamental comprender y tener en cuenta el papel de los hombres y los niños como usuarios de los servicios de salud reproductiva, como socios de millones de mujeres y niñas de todo el mundo y como defensores en sus comunidades. En el marco de la alianza Planificación Familiar 2020 (PF2020), se animó a los países a desarrollar planes de aplicación y planes de acción con costes calculados, en un esfuerzo por proporcionar anticonceptivos a 120 millones de mujeres y niñas más. A medida que FP2020 se convierte en FP2030, la revisión de estas estrategias desarrolladas previamente ayuda a comprender hasta qué punto los países consideraron el compromiso de los hombres como un aspecto importante de sus carteras de planificación familiar.

Métodos: Realizamos un análisis textual de los compromisos y planes de implementación relacionados con el logro de los compromisos de FP2020 en siete países de África y uno de Asia para determinar en qué medida se incorporó la participación masculina en los objetivos de planificación familiar nacionales o subnacionales, con especial atención a los compromisos de políticas, programas y financiación de FP.

Resultados: Algunos de los documentos analizados incluían planes sólidos para incluir la participación masculina en sus esfuerzos por ampliar el acceso a la PF. Los aspectos más sólidos de los programas de participación masculina fueron los que buscaban involucrar a los hombres como defensores del acceso y el uso de los servicios de PF por parte de las mujeres, y mejorar los conocimientos y las actitudes de los hombres en relación con la anticoncepción y la reproducción. Los aspectos más débiles fueron la implicación de los hombres como usuarios de los servicios y, sobre todo, la lucha contra las normas de género subyacentes que obstaculizan los comportamientos y actitudes de hombres y mujeres a la hora de buscar atención sanitaria.

Conclusiones: El desarrollo de programas de PF dirigidos a hombres y niños como personas merecedoras de servicios de salud reproductiva, como socios de las mujeres en la construcción de sus familias y como activistas sociales en sus comunidades, complementará y fortalecerá los programas de PF existentes, además de promover objetivos más amplios relacionados con la igualdad de género.