En Kenia, los servicios de salud reproductiva no cubren las necesidades de los adolescentes

Se necesita un enfoque global para mejorar el bienestar de las jóvenes

Capacitar a los adolescentes para que alcancen la salud y los derechos sexuales y reproductivos -incluida la prevención de embarazos no deseados- es fundamental para su salud y bienestar generales. Sin embargo, nuevos datos del Guttmacher Institute muestran que los servicios de salud sexual y reproductiva en Kenia no satisfacen las necesidades de los adolescentes. Por ejemplo, se calcula que 665.000 mujeres jóvenes de entre 15 y 19 años en Kenia están casadas o son sexualmente activas y quieren evitar quedarse embarazadas en los próximos dos años. Más de la mitad de este grupo -357.000 adolescentes- tienen una necesidad insatisfecha de anticoncepción moderna porque no utilizan ningún método anticonceptivo o utilizan métodos tradicionales.

Cada año, casi dos tercios de los 345.000 embarazos estimados entre las adolescentes de 15 a 19 años en Kenia son no deseados. La gran mayoría (86%) de estos embarazos no deseados se producen entre adolescentes que tienen una necesidad insatisfecha de anticonceptivos modernos.

“Se necesita una mayor inversión para mejorar la capacidad de los jóvenes de acceder y utilizar servicios integrales de salud sexual y reproductiva”, afirma Taylor Riley, investigador asociado del Guttmacher Institute y coinvestigador de las nuevas estimaciones. “El asesoramiento y la atención anticonceptiva que permite a los adolescentes decidir si quieren tener hijos y cuándo, es un componente fundamental de estos servicios”.

Los nuevos datos indican también que muchas de las 217.000 adolescentes que dan a luz cada año en Kenia no reciben los componentes esenciales de la atención sanitaria materna y neonatal recomendados por la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Sanidad keniano. Aproximadamente la mitad de estas adolescentes acuden a menos de cuatro visitas de atención prenatal y un tercio no da a luz en un centro sanitario.

Los autores de este estudio recomiendan inversiones que satisfagan las necesidades tanto de anticoncepción moderna como de atención sanitaria materna y neonatal, porque esa inversión conjunta reportaría enormes beneficios sanitarios. Descubrieron que la plena provisión de métodos anticonceptivos modernos combinada con una atención adecuada a todas las adolescentes embarazadas y a sus recién nacidos en Kenia mejoraría la salud y el bienestar de las mujeres jóvenes al dar como resultado:

  • 160.000 embarazos no deseados menos al año (un 73% menos que en la actualidad)
  • 81.000 nacimientos no planificados menos al año (un 73% menos)
  • 57.000 abortos menos al año (un 73% menos)
  • 340 muertes maternas adolescentes menos al año (un 76% menos)

Una inversión conjunta también costaría menos que invertir únicamente en cubrir las necesidades de atención sanitaria materna y neonatal. En 2018, el coste anual de la prestación de servicios anticonceptivos modernos y de atención sanitaria materna y neonatal a mujeres de entre 15 y 19 años en Kenia fue de 24 millones de dólares. Satisfacer plenamente las necesidades únicamente de atención sanitaria materna y neonatal entre los adolescentes requeriría una inversión adicional de 93 millones de dólares. En comparación, satisfacer esta necesidad junto con las necesidades de anticonceptivos modernos de las adolescentes sólo requeriría una inversión adicional de 65 millones de dólares.

Los autores recomiendan un enfoque polifacético y coordinado para satisfacer plenamente las necesidades de los adolescentes y garantizar su derecho a tomar decisiones voluntarias e informadas en materia de anticoncepción. Para mejorar eficazmente la salud y los derechos sexuales y reproductivos de los jóvenes, los servicios deben ser no discriminatorios, médicamente precisos y adecuados a la edad. Los enfoques deben incluir la mejora del acceso y la prestación de una educación sexual integral y servicios de salud sexual y reproductiva adaptados a los jóvenes, además de programas comunitarios y escolares que traten de desestigmatizar la actividad sexual de los adolescentes y el acceso a los servicios de salud reproductiva.