El gran perturbador: COVID-19 amenaza los servicios sanitarios esenciales para mujeres y niños

“El mundo corre el riesgo de perder a millones de mujeres y niños debido a la reducción de la cobertura de los servicios esenciales, lo que revertiría los avances logrados con tanto esfuerzo hasta la fecha en la consecución de los ODS [Objetivos de Desarrollo Sostenible] y tendría consecuencias catastróficas para los hogares y las comunidades”, afirmó el Dr. Koki Agarwal, Director de Proyecto del premio MOMENTUM de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) al liderazgo nacional y mundial, en un acto reciente sobre la importancia de garantizar la continuidad de los servicios de salud materna, neonatal e infantil, la planificación familiar voluntaria y la atención de la salud reproductiva durante la pandemia de COVID-19. El acto fue el primero de una serie de debates virtuales de intercambio de conocimientos entre países organizados por MOMENTUM Country and Global Leadership de USAID, dirigido por Jhpiego y sus socios.

“COVID-19 está provocando la interrupción de la asistencia sanitaria esencial, incluida la atención prenatal, los partos en centros de salud, los programas de inmunización y la planificación familiar voluntaria”, declaró Kerry Pelzman, Administrador Adjunto Adjunto de la Oficina de Salud Mundial de USAID. Según el Dr. Tim Roberton, científico adjunto del Departamento de Salud Internacional de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, las primeras estimaciones de los efectos indirectos del COVID-19 muestran repercusiones devastadoras para la salud maternoinfantil. Debido a la pandemia, hay una menor disponibilidad de personal sanitario, suministros y equipos, a la vez que una mayor demanda de servicios sanitarios. Esta perturbación aumenta los riesgos, lo que puede provocar un aumento de la mortalidad materna de entre el 8% y el 39% y de la mortalidad infantil de entre el 10% y el 45%. En un plazo de seis meses, el mundo podría sufrir hasta 57.000 muertes maternas y 1,2 millones de muertes infantiles adicionales, según Roberton.

En anteriores brotes de enfermedades infecciosas como el ébola y el SRAS, los servicios sanitarios existentes se vieron seriamente comprometidos, señaló el Dr. Meseret Zelalem, Director de Salud Maternoinfantil y Nutrición del Ministerio Federal de Sanidad de Etiopía. “En particular, el COVID-19 ha subrayado la necesidad crítica de agua, saneamiento e higiene en los centros de salud y de prevención y control de infecciones para prestar una atención segura a mujeres y niños y mantener la confianza de las comunidades en el sistema sanitario”, afirmó Pelzman. Aunque Tanzania no puso en marcha un bloqueo, en todo el país se hizo hincapié en el agua, el saneamiento y la higiene y en la prevención y el control integrados de la enfermedad, afirmó el Dr. Ahmad Makuwani, Subdirector de Salud Reproductiva e Infantil del Ministerio de Sanidad de Tanzania. De este modo, además de cerrar las instituciones académicas, se garantizaba que los pacientes pudieran acudir a los centros sanitarios y, al mismo tiempo, se evitaba la propagación del COVID-19.