En situaciones de emergencia, las mujeres y las niñas suelen estar más expuestas a la violencia, y a menudo se pasan por alto sus necesidades de salud sexual y reproductiva. El hecho de no poder utilizar instalaciones sanitarias adecuadas hace que a menudo las mujeres se enfrenten a partos inseguros, lo que puede acarrear consecuencias sanitarias a largo plazo, como la fístula obstétrica o incluso la muerte materna evitable. El acceso limitado a servicios de salud sexual y reproductiva que salvan vidas, incluidos el parto seguro y la atención prenatal y postnatal, la planificación familiar y suministros esenciales como alimentos y agua, también hacen que las mujeres y las niñas sean más vulnerables a la violencia de género.
Para garantizar que las mujeres y las niñas sigan recibiendo servicios de salud sexual y reproductiva que salvan vidas durante la crisis del COVID-19, la oficina del UNFPA en Bangladesh está llevando a cabo su primera formación virtual sobre el Paquete de Servicios Iniciales Mínimos (PSIM) para profesionales de la salud.