Planificación familiar, salud de la mujer y agenda de capacitación

Cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, un momento para reflexionar y celebrar los avances de las mujeres en la agenda de emancipación y empoderamiento.

El tema de este año es “Las mujeres en el cambiante mundo del trabajo: Planeta 50-50 para 2030” requiere una reflexión más profunda sobre algunas de las consideraciones procreativas que repercuten en la participación de la mujer en el trabajo productivo.

Las tasas de fertilidad pueden influir en la participación de las mujeres en entornos laborales formales e informales. Al ser los principales proveedores de cuidados en el hogar, más hijos significa más responsabilidades de cuidado. De hecho, el número, la edad y el espaciamiento de los hijos influyen en la probabilidad de que las mujeres tengan un empleo asalariado.

Como principales cuidadoras, la salud de las mujeres es importante no sólo para ellas, sino también para los hogares que dependen de ellas. En este sentido, es importante que se dé prioridad al compromiso deliberado y a la inversión de recursos en la mejora de la salud de las mujeres, porque los problemas de salud de las mujeres y su consiguiente empoderamiento tienen una esfera de influencia que va más allá de las mujeres.

Un área importante de atención para las mujeres debe ser la formulación de planes de acción, intervenciones y programas orientados a abordar las necesidades de salud sexual y reproductiva.

Entre estas acciones destaca el aumento de la planificación familiar voluntaria entre las mujeres. La planificación familiar es fundamental para dar a las mujeres cierto poder de decisión sobre el embarazo y la maternidad.

El verdadero éxito de la emancipación de la mujer no debe definirse únicamente por la emancipación institucional, sino por el número de mujeres que pueden tomar decisiones personales sobre su propia salud, sus hijos y su familia.

El acceso a servicios de planificación familiar asequibles es una vía para hacer realidad este tipo de empoderamiento integral. Las pruebas existentes demuestran que la Cobertura Sanitaria Universal y la planificación familiar son complementarias; el uso de métodos modernos de planificación familiar está asociado a la reducción de la morbilidad y la mortalidad materna e infantil.

La planificación familiar ayuda a retrasar el embarazo y el parto y las complicaciones derivadas, así como a evitar embarazos no deseados y abortos con las consiguientes consecuencias.

Más allá de esto, tenemos que reconocer los beneficios económicos más amplios de la planificación familiar. Por ejemplo, la inversión en planificación familiar contribuye a mejorar la salud de la madre, el padre y el bebé.

Los niños mejor espaciados permiten a las familias pasar más tiempo de calidad juntas y ofrecen a las madres la oportunidad de amamantar a sus hijos. Cuando las familias tienen menos hijos, pueden ahorrar para sus necesidades más amplias de desarrollo o inversión, en lugar de gastar todos sus ingresos en la comida diaria, la ropa, las tasas escolares y la atención sanitaria.

Del mismo modo, cuando las mujeres tienen a sus hijos bien espaciados, es más probable que dispongan de tiempo para dedicarse a actividades generadoras de ingresos y contribuir al desarrollo de la comunidad. En general, las familias que utilizan la planificación familiar tienen más probabilidades de disfrutar de una buena nutrición y una buena educación.

Mientras Uganda se esfuerza por alcanzar el Planeta 50-50 para 2030, en el que tanto mujeres como hombres trabajen por igual, es necesario explorar estrategias que ofrezcan a las mujeres la oportunidad de dedicarse a un trabajo productivo, y la planificación familiar es fundamental para ello.

El gobierno, a través del Ministerio de Sanidad y en el marco del Plan de Desarrollo del Sector Sanitario (HSDP), se ha comprometido a proporcionar a sus ciudadanos “asistencia sanitaria esencial, de calidad y asequible siempre que sea necesario”. Sin embargo, sigue habiendo algunos retos, sobre todo en el ámbito de la prestación de servicios de planificación familiar.

Recientemente hemos visitado una veintena de centros repartidos por las cuatro regiones administrativas de Uganda, y hemos realizado entrevistas con partes interesadas y proveedores de servicios de planificación familiar.

Durante esta visita, quedó claro que los problemas relacionados con la cadena de suministro, el asesoramiento sobre la disponibilidad, la estigmatización de los jóvenes solteros para que no utilicen anticonceptivos, el apoyo limitado de y para los hombres y, en algunos casos, los conocimientos limitados entre los proveedores de servicios. Se trata de cuestiones fundamentales que deben abordarse para que las comunidades adopten plenamente la planificación familiar.

De cara al futuro, mientras celebramos este Día de la Mujer 2017, aún queda mucho por hacer para garantizar que las mujeres tengan poder sobre las decisiones que afectan a su salud, y todo el mundo debe aunar esfuerzos para hacer suya la agenda de empoderamiento de la mujer, especialmente centrándose en su salud.



Los autores trabajan en el Centro de Investigación de Política Económica y en “Supporting Policy Engagement for Evidence-based Decisions”.