La pandemia de COVID-19 reduce el acceso de las mujeres de todo el mundo a la atención sanitaria sexual y reproductiva

Según una encuesta realizada por la Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF) entre sus miembros nacionales, la pandemia de COVID-19 está teniendo un gran impacto en la prestación de servicios de salud sexual y reproductiva en todo el mundo.

5.633 clínicas fijas y móviles y centros de atención comunitaria ya han cerrado debido al brote, en 64 países. Suponen el 14 % del total de puntos de prestación de servicios que los miembros de la IPPF gestionaron en 2018.

En el caso de las clínicas estáticas -que prestaron 114 millones de servicios a clientes en 2018-, la cifra es aún peor. Más de uno de cada cinco ya ha cerrado: 546 en total.

La encuesta constituye el mayor conjunto de datos mundiales disponibles hasta la fecha sobre la forma en que las organizaciones que prestan servicios de salud sexual y reproductiva se han visto afectadas por COVID-19. Encontró:

  • La región de Asia Meridional de la IPPF es la que ha registrado el mayor número de cierres, con más de 1.872 clínicas y otros puntos de servicio clausurados.
  • La región de África es la que más clínicas móviles ha cerrado: 447.
  • 971 clínicas móviles y centros de atención comunitaria en la región del hemisferio occidental de la Federación han sido cerrados por la pandemia
  • La región europea de la IPPF ha visto cerrar 208 clínicas estáticas
  • En la región de Asia Oriental y Sudoriental y Oceanía se han cerrado 334 clínicas móviles
  • En la región del mundo árabe de la IPPF se han cerrado 56 clínicas estáticas.

Entre los países especialmente afectados por los cierres figuran Pakistán, El Salvador, Zambia, Sudán, Colombia, Malasia, Uganda, Ghana, Alemania, Zimbabue y Sri Lanka. Todos han informado de más de 100 cierres de clínicas y/o centros de servicios comunitarios.