La pandemia de COVID-19 ha puesto a prueba los sistemas sanitarios de todo el mundo. En particular, las interrupciones documentadas de la planificación familiar voluntaria y la atención a la salud reproductiva debido a prioridades sanitarias contrapuestas, interrupciones de los servicios, desabastecimientos y cierres están afectando significativamente a la salud reproductiva, materna, neonatal e infantil. Mientras los gobiernos y los programas de planificación familiar tratan de encontrar la mejor manera de responder a los efectos directos e indirectos de la pandemia sobre la planificación familiar y la salud reproductiva (PF/SR), la aplicación y adaptación de prácticas basadas en pruebas es crucial. En este comentario, esbozamos las aplicaciones de las Prácticas de Alto Impacto en Planificación Familiar (HIPs) hacia los esfuerzos de respuesta a COVID-19. Las HIP son un conjunto de prácticas de planificación familiar basadas en pruebas que reflejan el consenso mundial de los expertos sobre lo que funciona en los programas de planificación familiar. Sobre la base de los datos preliminares de la COVID-19, las experiencias documentadas de anteriores emergencias sanitarias y las adaptaciones de programas recomendadas por diversos socios de la salud mundial, esbozamos situaciones en las que los PIS específicos pueden ayudar a los gestores de programas de planificación familiar a desarrollar respuestas específicas para cada contexto y basadas en pruebas a los impactos de la COVID-19 sobre la PF/SR, con el objetivo último de garantizar la accesibilidad, disponibilidad y continuidad de los servicios de planificación familiar voluntaria en todo el mundo.