Tras liberalizar la ley del aborto etíope en 2005, el gobierno puso en marcha programas diseñados para formar a los profesionales sanitarios, equipar los centros y ampliar los servicios que ofrecen e integrar la atención al aborto en servicios más amplios de salud reproductiva. Estos esfuerzos se han traducido en mejoras significativas en el acceso al aborto y a la atención postaborto en el país. Un nuevo estudio revela que, aunque muchos procedimientos siguieron produciéndose fuera de los centros sanitarios, a menudo en condiciones inseguras, la proporción de abortos que tuvieron lugar en centros sanitarios casi se duplicó entre 2008 y 2014.
Estas conclusiones se desprenden de dos nuevos artículos basados en un estudio del Guttmacher Institute e Ipas. El estudio se realizó en colaboración con la Sociedad Etíope de Obstetras y Ginecólogos y la Asociación Etíope de Salud Pública, con el apoyo del Ministerio Federal de Sanidad de Etiopía.