Según el Instituto Guttmacher, una organización de investigación y política que busca promover la salud y los derechos sexuales y reproductivos, Kenia registró 469.690 casos de aborto inducido en 2012.
Esto correspondía a una tasa de abortos provocados de 30 abortos por cada 100 nacimientos en el mismo año. El aborto sigue siendo un tema muy estigmatizado en la sociedad. Aunque la ley permite el aborto en algunos casos, mucha gente sigue considerándolo ilegal.
Esta percepción ha obligado a las víctimas de embarazos no deseados, especialmente a las niñas, a recurrir a métodos peligrosos para interrumpirlos. Estos procesos han provocado complicaciones, como infecciones debidas al uso de instrumental esterilizado y, lo que es peor, muertes.