“Los más destacados climatólogos dicen que necesitamos mejorar el acceso a la salud reproductiva y mejorar las opciones reproductivas, porque vemos que esto mejora la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para adaptarse y ser más resilientes al cambio climático, además de ser un camino vital hacia el bienestar y el empoderamiento socioeconómico de las mujeres y niñas”.
Margaret Pyke Trust se fundó hace más de 50 años en el Reino Unido, y está firmemente arraigada tanto en el sector de la salud y los derechos sexuales y reproductivos como en el espacio del clima y la biodiversidad. Establece alianzas con organizaciones ambientales y de salud para mejorar los servicios de salud sexual y reproductiva y garantizar que las políticas climáticas y de biodiversidad respalden las opciones reproductivas. Esta historia se cuenta en las palabras de Carina Hirsch, jefa de incidencia política y políticas de Margaret Pyke Trust.
“Nuestro compromiso con FP2030 destaca y encaja en el objetivo estratégico de nuestra organización de cerrar la brecha entre los sectores de salud reproductiva, clima y biodiversidad. Parte de nuestro compromiso es utilizar nuestra posición dentro de los foros mundiales de biodiversidad, como la UICN [Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza], para elevar y abogar por la importancia de la planificación familiar como un pilar importante en la conservación y la adaptación y resiliencia climática. Hemos podido trabajar con otras organizaciones miembros de la UICN que también trabajan en la intersección de la salud, la biodiversidad y el clima para formalizar sus propios programas, políticas e investigaciones sobre estos temas en los compromisos con FP2030 y, en última instancia, contribuir a mejorar la vida de las mujeres y niñas en comunidades remotas, rurales y apartadas.
“Nuestra razón para este enfoque nuevo y multisectorial de la planificación familiar, en particular, es que vemos el vínculo directo entre la planificación familiar voluntaria y basada en los derechos, y la biodiversidad y el clima.
“Estamos destacando el tema de la salud reproductiva, pero en realidad [el tema] es más amplio; se trata de brindar un conjunto más amplio de servicios de atención primaria y secundaria de salud a una población que anteriormente no habría recibido atención de la salud. …
“[Es] un enfoque integrado que está muy arraigado y basado en lo que las propias comunidades han identificado como sus retos, de ahí el “efecto de buena voluntad” positivo que a menudo se observa con dichos enfoques integrados; las comunidades se apropian de un proyecto y sienten que se abordan sus necesidades complejas”.
“Lo que sucede es que, en estos sitios de programas integrados, los miembros de la comunidad, ya sea que estén asistiendo a una clínica o a una reunión comunitaria, escuchan mensajes sobre salud, pero también mensajes sobre el medio ambiente, sobre el clima, de manera integrada. … Está accediendo a cohortes de población a las que normalmente no tendría acceso.
“Hay muchos actores no tradicionales que están trabajando junto con socios de salud para abordar los retos interconectados de las comunidades rurales, remotas y apartadas, concretamente en programación, políticas e investigación sobre población, salud y medio ambiente (PHE). Están contribuyendo significativamente a promover los objetivos de FP2030 y, al mismo tiempo, ayudan a las comunidades a mejorar sus medios de subsistencia, así como sus objetivos climáticos y de biodiversidad. Ya hemos trabajado con varios para formalizar su trabajo en un compromiso con FP2030. Invitamos a otros a hacer lo mismo”.