Recientemente, se ha informado de que varias personalidades destacadas, entre ellas el aspirante a gobernador de Kilifi Kazungu Kambi, han dicho a la multitud en reuniones políticas que “se multipliquen y llenen la tierra”.
No es la primera vez que un personaje público esgrime este argumento. No menos de cinco miembros de la Asamblea Nacional han sido citados en la prensa animando a sus electores a tener más hijos para que sus comunidades puedan acaparar el liderazgo u obtener una mayor asignación de recursos. Muchos de ellos han sido grabados animando a su público a dejar de usar anticonceptivos y a tener muchos hijos para aumentar su número de votos. Algunos, incluido un secretario del Gabinete, han llegado incluso a ofrecer recompensas en metálico por cada nacimiento o embarazo.
Lamentablemente, el mensaje de estas destacadas personalidades es muy convincente. Para muchos tiene sentido. Especialmente con el pensamiento que subyace a la llamada tiranía de los números. Muchos kenianos se tomarán en serio este mensaje de “multiplicaos y llenad la tierra”, y algunos actuarán en consecuencia.
Como estamos en época de elecciones, lo más probable es que muchos políticos y otras personalidades digan cosas parecidas y tomen medidas similares (de recompensar a las mujeres embarazadas). Sin embargo, los datos muestran que la planificación y el espaciamiento de los nacimientos son beneficiosos para las mujeres, las familias, las comunidades y el país.
La planificación y el espaciamiento de los nacimientos permiten a las personas y las parejas prever y alcanzar el número de hijos que desean, así como el espaciamiento y el calendario de sus nacimientos. Anticipar, espaciar y programar el nacimiento de los hijos tiene muchos beneficios demostrados para cualquier sociedad. Una de las recompensas más vitales es que la planificación y el espaciamiento de los nacimientos protegen la salud de las mujeres y los niños al reducir los embarazos de alto riesgo y permitir un amplio intervalo entre embarazos.
Esto es especialmente importante para Kenia, que está recorriendo el camino de la reducción de la mortalidad materna e infantil. La planificación y el espaciamiento de los nacimientos también reducen la pobreza al contribuir al crecimiento económico a nivel familiar, comunitario y nacional. Mejora las oportunidades de las mujeres en materia de educación, empleo y plena participación en la sociedad.
La planificación y el espaciamiento de los nacimientos permiten a las niñas y las mujeres alcanzar sus ambiciones. Tanto si van a la escuela como si trabajan en ocupaciones formales o informales, las mujeres que tienen la ventaja de poder elegir cuándo tener hijos, cuántos hijos tener y cuánto tiempo pasar entre cada hijo, tienen más probabilidades de que les vaya mejor en la vida. Los estudios han demostrado que las mujeres que tienen capacidad para planificar sus hijos junto con sus aspiraciones individuales y familiares pueden ir a la escuela (y terminarla), obtener mejores y mayores ingresos y participar en actividades compartidas en sus comunidades.
Todos estos beneficios no sólo benefician a la mujer, sino también a su pareja, su familia y su comunidad. La planificación y el espaciamiento de los nacimientos también se traducen en mejores resultados económicos para los condados y la nación.
Los estudios han demostrado que la planificación y el espaciamiento de los nacimientos suponen un ahorro económico en el coste de la prestación de servicios sanitarios. Las familias pueden cuidar mejor a sus hijos. Alimentarlos, alojarlos, vestirlos y educarlos mejor. En consecuencia, se reduce la carga sobre los servicios públicos: sanidad, agua y saneamiento, así como educación.
Tal y como están las cosas, los kenianos que quieren acceder a servicios de planificación familiar que les ayuden a planificar y espaciar sus hijos se enfrentan a grandes barreras sociales y culturales. No debemos enturbiar la conversación con información errónea. Además, Kenia debe seguir invirtiendo recursos nacionales en servicios de planificación familiar de calidad en los centros sanitarios públicos para garantizar que las mujeres kenianas (y sus parejas) que lo necesiten puedan acceder a ellos.
En los últimos 20 años hemos hecho grandes progresos que debemos mantener. Invirtiendo más recursos en la educación pública y en mantener conversaciones sobre la planificación y el espaciamiento de los nacimientos, podemos garantizar que todos los kenianos dispongan de la información adecuada. Esta educación pública ayudará a disipar mitos e ideas erróneas que han hecho que la planificación familiar sea malinterpretada por muchos.
Los medios de comunicación también deben abstenerse de ofrecer sus plataformas a políticos y otras personalidades destacadas para desinformar a los kenianos sobre los beneficios de la planificación y el espaciamiento de los nacimientos.