: “En muchos contextos, las madres más jóvenes (de 15 a 24 años) tienen menos probabilidades que las de más edad de utilizar los servicios sanitarios, incluida la planificación familiar posparto (PFPA), para ellas y sus hijos, lo que aumenta su vulnerabilidad a la repetición rápida del embarazo y a los malos resultados sanitarios. En esta etapa de la vida, un periodo de rápidos cambios y vulnerabilidad, es vital que las madres jóvenes reciban el apoyo que necesitan, y cada vez más se considera una oportunidad para moldear prácticas para toda la vida. Cada vez hay más experiencias de programas que arrojan luz sobre las necesidades de los padres primerizos y las consideraciones de programación relacionadas. Las pruebas demuestran que los enfoques integrales que abordan factores individuales, familiares, comunitarios y del sistema sanitario pueden aumentar el uso por parte de los PPTP del PPFP y de otros servicios sanitarios esenciales. Aunque sus efectos son prometedores, estos enfoques globales han resultado difíciles de ampliar.
En los proyectos a gran escala de Save the Children, llevamos mucho tiempo observando que las madres que llevan a los niños pequeños a los servicios de vacunación, participan en los grupos comunitarios de nutrición o reciben visitas domiciliarias de los trabajadores sanitarios de la comunidad suelen ser ellas mismas jóvenes. A menudo se llega a los PTF, pero no necesariamente se les dirigen intervenciones que aborden sus necesidades de planificación familiar, a pesar de las pruebas de que la mejora del espaciamiento de los nacimientos a través de la PPFP contribuye a diversos objetivos del proyecto…”