Este documento pretende guiar a los gestores de programas, planificadores y responsables políticos a través de un proceso estratégico para determinar si los servicios de planificación familiar (PF) compartidos pueden utilizarse, y de qué manera, para ayudar a alcanzar los objetivos de desarrollo. El reparto de tareas se define como la redistribución sistemática de los servicios de planificación familiar, incluidos el asesoramiento y la provisión de métodos anticonceptivos, para ampliar la gama de trabajadores sanitarios que pueden prestar servicios (OMS, 2017). El reparto de tareas es un medio seguro, eficaz y eficiente de mejorar el acceso a los servicios voluntarios de salud sexual y reproductiva y alcanzar los objetivos nacionales de PF.