El reverendo Charles Irongo y su esposa Edith están encantados de contar a las parejas de su congregación cómo utilizaron la anticoncepción para espaciar a sus cuatro hijos. El reverendo, archidiácono de la Iglesia Anglicana de Kyando, en el sureste de Uganda, ve una clara conexión entre el papel de la Iglesia en asuntos espirituales y cuestiones de salud, como el momento de tener hijos y el espaciamiento entre ellos. La iglesia gestiona un centro de salud que ofrece planificación familiar y otros servicios sanitarios. “La iglesia ofrece planificación familiar porque pensamos en la salud espiritual y en la salud del cuerpo”, explica el reverendo Irongo. “Ambos son importantes para cuidar a la persona en su totalidad”.
El centro de salud de Kyando se encuentra en la diócesis rural de Busoga y es uno de los cuatro centros de salud gestionados por iglesias que experimentaron un aumento de las visitas de clientes de planificación familiar después de que los líderes religiosos de las iglesias afiliadas recibieran formación en promoción de la planificación familiar. La Oficina Médica Protestante de Uganda (UPMB, por sus siglas en inglés) formó a los líderes religiosos en el marco de un programa de formación. Las mujeres de Uganda sufren una elevada tasa de mortalidad materna, de 343 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, una de las más altas del mundo. Programar y espaciar los embarazos para cuando sean más saludables para las madres es una de las formas más importantes de proteger la salud materna.