Las pruebas demuestran que la prevención eficaz de la repetición rápida del embarazo entre adolescentes vincula los servicios clínicos de anticoncepción adaptados a los adolescentes con intervenciones no clínicas que contribuyen al desarrollo positivo de los jóvenes.
En 2017, de los 22,5 millones de adolescentes (entre 15 y 19 años) con hijos en 60 países, aproximadamente 4,1 millones dieron a luz a un segundo hijo o a un hijo mayor. El embarazo en la adolescencia en general, y los embarazos de repetición rápida en particular, exponen a las madres jóvenes y a sus hijos a múltiples riesgos sanitarios y socioeconómicos. El propósito de este artículo es revisar el impacto de las intervenciones diseñadas para prevenir los embarazos no deseados y de repetición rápida entre las adolescentes, incluidas las dirigidas a cambiar las normas para posponer los embarazos “deseados” poco espaciados con el fin de promover un espaciamiento saludable.