Estas recomendaciones fueron formuladas por los representantes de DGFP, DGHS, OGSB, UNFPA, DFID, USAID, GAC, IPAS, SMC, Pathfinder, jhpeigo, IPPF, options ltd. y otras partes interesadas, en Reuniones Zoom celebradas los días 22 y 26 de abril de 2020.
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Existe un consenso mundial sobre la importancia de poner la planificación familiar voluntaria al alcance de todas las mujeres. El acceso a la planificación familiar no sólo es un derecho humano, sino que salva vidas y promueve poblaciones más sanas, sistemas más eficientes y economías más fuertes.
La información y los servicios de anticoncepción y planificación familiar salvan vidas y son importantes en todo momento. La actividad sexual no cesa ni siquiera con la pandemia de COVID-19 en curso. Al prevenir los embarazos no deseados, los anticonceptivos ayudan a proteger a las niñas y las mujeres de las consecuencias negativas para la salud de los embarazos no deseados. La anticoncepción también reduce la necesidad de interrumpir el embarazo, con lo que disminuye el riesgo de que mujeres y niñas se enfrenten a abortos peligrosos. Por lo tanto, la anticoncepción salva vidas.
Proyecciones recientes del UNFPA revelan que, si el bloqueo se prolonga durante un periodo de 6 meses, 47 millones de mujeres de países de renta baja y media podrían no tener acceso a métodos anticonceptivos, y que se espera que se produzcan 7 millones de embarazos no deseados en todo el mundo. También en Bangladesh se espera que aumenten los embarazos no deseados debido al acceso limitado a la información y los servicios de planificación familiar durante esta situación de pandemia. Esto repercutirá negativamente en un sistema sanitario ya de por sí sobrecargado, y las complicaciones derivadas de la interrupción del embarazo empeorarán aún más la situación.
