Cuando los gobiernos asumen compromisos mundiales o regionales, se espera que los ministerios y las partes interesadas pertinentes los apliquen y hagan un seguimiento de los mismos. Además, se utilizan diferentes plataformas y herramientas para medir los avances en los compromisos, lo que a menudo da lugar a un enfoque aislado de la aplicación de los compromisos.