Las madres deberían esperar al menos un año entre el parto y un nuevo embarazo para reducir los riesgos para la salud de la madre y el bebé, según un nuevo estudio.
Pero los investigadores afirman que no es necesario esperar tanto como los 18 meses recomendados en las directrices actuales de la Organización Mundial de la Salud.
Los pequeños intervalos entre embarazos entrañan el riesgo de partos prematuros, bebés más pequeños y mortalidad infantil y materna.
Los investigadores esperan que los resultados sean “tranquilizadores” para las mujeres mayores.