La pandemia de COVID-19 y las consiguientes medidas de bloqueo en todo el país han afectado a todos los aspectos de nuestra vida social y económica. Las respuestas y políticas de salud pública aún no abordan adecuadamente las necesidades específicas de las poblaciones vulnerables. Los efectos de la pandemia amenazan con revertir los escasos avances logrados en materia de igualdad de género y salud sexual y reproductiva de las mujeres. Las pruebas de epidemias pasadas, así como el conjunto de pruebas existentes en torno al impacto del COVID-19, sugieren que la interrupción de los servicios sanitarios esenciales, incluida la planificación familiar, pone a las mujeres y las niñas en riesgo de un menor acceso a los servicios, ya que los recursos se desvían de los servicios sanitarios rutinarios, incluida la atención sanitaria prenatal y postnatal, la planificación familiar y el suministro de anticonceptivos, la salud menstrual y otros servicios de salud reproductiva.
La limitada disponibilidad de servicios sanitarios esenciales, incluidos los servicios de salud sexual y reproductiva, será perjudicial a largo plazo. Según las estimaciones de UNICEF, India registraría el mayor número de nacimientos previstos, 20 millones, en el periodo de nueve meses desde que COVID-19 se declaró pandemia por primera vez. El Instituto Guttmacher ha calculado que un descenso del 10% en el uso de métodos anticonceptivos reversibles en los países de renta baja y media debido a la reducción del acceso provocaría 49 millones más de mujeres con una necesidad insatisfecha de anticonceptivos modernos y 15 millones más de embarazos no deseados en el transcurso de un año.
En vísperas del Día Mundial de la Población, la Fundación para la Población de la India ha publicado un importante documento político -The Impact of COVID 19 on Women- en el que se evalúa el impacto diferencial de COVID-19 y se recomiendan medidas oportunas para garantizar que las mujeres y las niñas sigan ocupando un lugar central en la planificación de la respuesta a COVID-19 y en los esfuerzos de recuperación.
Este documento crítico analiza en profundidad y de forma exhaustiva las diferentes repercusiones de la crisis del COVID-19 en todo el país y, específicamente, en las mujeres y las niñas. Los autores se basaron en pruebas mundiales, así como en estudios de PFI que evaluaron el impacto de COVID-19 en los jóvenes, las niñas y las mujeres y su acceso a los servicios sanitarios.
Algunas de las principales recomendaciones del informe son
- Dadas las pruebas, debemos aplicar una perspectiva de género, utilizando datos y pruebas desglosados por sexo para abordar los programas y las políticas en torno a la COVID19.
- Aumentar las inversiones en planificación familiar como medida de salud pública más rentable.
- Invertir en los 3,3 millones de trabajadoras sanitarias de primera línea que son el rostro del sistema sanitario público indio y, en muchas partes del país, el único apoyo sanitario.
- Utilizar campañas de comunicación para el cambio social y de comportamiento (SBCC) para difundir información y concienciar sobre COVID-19 y abordar mitos e ideas erróneas.
- Se requieren esfuerzos adicionales para reforzar el sistema sanitario público y aumentar los presupuestos sanitarios para optimizar la prestación de servicios y las instalaciones sanitarias, así como para mantener las cadenas de suministro.