Emma Chadband, Responsable de Comunicación, FP2020
Aunque los datos son limitados, un estudio reciente realizado en EE.UU. indica que las mujeres pertenecientes a minorías sexuales experimentan tasas de embarazos no deseados iguales o superiores a las de las mujeres heterosexuales, y presentan tasas igualmente elevadas de necesidad insatisfecha de anticonceptivos. Sin embargo, las personas LGBTI suelen quedar excluidas de los programas de planificación familiar por diversas razones: leyes que penalizan la homosexualidad, entornos de servicios hostiles, ignorancia y estigmatización. Las necesidades son reales, pero aún nos queda mucho camino por recorrer para comprender y satisfacer plenamente las necesidades de atención a la salud reproductiva y anticonceptiva de las personas LGBTI de todo el mundo.
A medida que la asociación FP2020 perfila su visión para después de 2020, es de suma importancia llegar a las poblaciones que aún no han sido representadas de manera significativa, no sólo las personas LGBTI, sino también las personas con discapacidad y otras. Uno de los pilares rectores de la Visión Beyond 2020 es situar la equidad en el centro: Apoyar una programación de planificación familiar de alta calidad y centrada en el cliente que reconozca las necesidades únicas de todas las personas, especialmente en poblaciones desatendidas o marginadas.
Para ello, FP2020 ha puesto en marcha un grupo de trabajo interno centrado en las necesidades y oportunidades de la planificación familiar LGBTI. Hemos empezado por ponernos en contacto con los socios mundiales de planificación familiar que ya participan en esta labor para conocer los avances logrados hasta la fecha y saber cómo puede la Secretaría apoyar el trabajo de cara al futuro. Han salido a la luz varias necesidades y oportunidades clave.
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Visibilidad en la agenda mundial de planificación familiar: Mientras nuestra comunidad trabaja para satisfacer la necesidad insatisfecha de planificación familiar en todo el mundo, no siempre podemos dar por sentado que estamos hablando de parejas heterosexuales. Garantizar que las necesidades de las personas LGBTI son vistas y comprendidas son pasos fundamentales para garantizar programas accesibles y eficaces. Primero hay que ser visto para ser comprendido, y aumentar con seguridad la visibilidad de las poblaciones LGBTI es un objetivo a largo plazo.
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Datos: Hay pocos datos sobre las necesidades de planificación familiar de las poblaciones LGBTI, y puede ser difícil recopilar datos sin poner en peligro a las personas y las comunidades. Trabajaremos con organizaciones como la Organización Mundial de la Salud y el Experto Independiente de las Naciones Unidas sobre Orientación Sexual e Identidad de Género para comprender mejor las condiciones y las oportunidades de avanzar en materia de datos y pruebas de cara al futuro.
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Fuentes de financiación aisladas: Hemos hecho algunos progresos, pero la integración de los programas de PF y VIH, especialmente dentro de los programas y centros de atención primaria, sigue sin realizarse en muchos entornos. Las necesidades anticonceptivas de las poblaciones LGBTI pueden integrarse en los flujos de financiación existentes, y deberían formar parte de los marcos nacionales holísticos de la CSU o de los flujos de financiación del VIH y la GFF, por ejemplo.
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Lengua y vocabulario: Siguiendo el ejemplo de la Campaña “Libres e Iguales” de la ONU, utilizaremos el término LGBTI en nuestro trabajo. Seguiremos participando en las mejores prácticas en torno al lenguaje y el vocabulario, y las incorporaremos a nuestras comunicaciones en el futuro.
De cara a 2020 y más allá, FP2020 mantiene su compromiso de atender las necesidades de los “más difíciles de alcanzar.” Desde 2017, el mandato de FP2020 ha sido no dejar a nadie atrás. A medida que tomamos impulso hacia la próxima década, llevando la antorcha de la planificación familiar desde la CIPD original en El Cairo hasta la CIPD+25 en Nairobi, se nos recuerda que ninguna población es “demasiado difícil de alcanzar.” Las necesidades anticonceptivas de ninguna población están fuera del alcance de este movimiento. No importa tu sexo, tu edad, tu capacidad, tu orientación: todos merecemos el derecho a decidir si queremos tener un hijo o no, y cuándo.