La tasa de prevalencia de anticonceptivos entre las mujeres casadas en edad reproductiva ha pasado del 53% en 2014 al 61% el año pasado, según nuevos datos del Ministerio de Sanidad.
Gracias a este aumento, Kenia ha superado su objetivo del 58% para 2020.
Los servicios y programas de planificación familiar tienen importantes beneficios sanitarios, sociales, financieros, medioambientales y económicos.
Décadas de investigación han demostrado que un mejor acceso a los anticonceptivos ayuda a las personas a planificar y espaciar los embarazos.
El objetivo de la planificación familiar es garantizar que los padres dispongan de los recursos deseados para dar a sus hijos una mejor calidad de vida.
Cuando los padres planifican sus familias, es más probable que alcancen sus objetivos educativos y tengan carreras profesionales que aumenten los ingresos familiares.
CONCIENCIA
Un mejor acceso a la planificación familiar se ve muy favorecido por la educación, y los países que envían a sus hijos a clase y los mantienen en ella han registrado un rápido descenso en la última década del porcentaje de niñas que declaran haber dado a luz antes de los 15 años, tendencia atribuida en gran medida a la disminución de los matrimonios precoces y concertados.
En el momento de la independencia, uno de cada seis niños del país moría antes de cumplir los cinco años, pero desde entonces sus perspectivas de llegar a la edad adulta han mejorado enormemente gracias a los intensos programas de planificación familiar.
Los datos, que se recopilaron en 11 condados, revelaron que el uso de anticonceptivos modernos aumentó entre las mujeres del 39% en 2014 al 45% en 2018.
Esto ha influido en la decisión del Ministerio de revisar sus objetivos de prevalencia del uso de anticonceptivos hasta el 66% para 2030 y el 70% para 2050, declaró el director nacional del Centro Internacional de Salud Reproductiva, Peter Gichangi.
PREVALENCIA
La tasa de prevalencia del uso de anticonceptivos es el porcentaje de mujeres en edad reproductiva (de 15 a 49 años) que utilizan un método anticonceptivo moderno.
Los datos presentados el jueves por el profesor Gichangi también revelaron que el 2,1% de las mujeres casadas siguen utilizando métodos tradicionales.
Los 11 condados examinados fueron Bungoma, Kakamega, Kericho, Kiambu, Kilifi, Kitui, Nairobi, Nandi, Nyamira, Siaya y West Pokot.
Se seleccionaron en función de la población y del número de habitantes de cada hogar.
La encuesta realizada entre noviembre y diciembre de 2018 reveló que cinco condados tuvieron una disminución en el uso de anticonceptivos entre todas las mujeres entre 2017 y 2018.
Los condados son Kakamega, Nyamira, Siaya, Bungoma y Kericho, mientras que los seis restantes registraron un descenso entre las mujeres casadas en el mismo periodo.
Los datos también mostraron que el uso de métodos de acción prolongada (inyecciones, dispositivos intrauterinos e implantes) entre las mujeres casadas aumentó del 23 en 2014 al 40 por ciento en 2018. Sin embargo, se produjo un descenso de los mismos en Siaya y Pokot Occidental.
IMPLANTES
Más mujeres casadas utilizaban implantes, registrando un fuerte aumento del 20% al 38%, mientras que se produjo un descenso en el uso de anticonceptivos inyectables del 53% al 40%.
El consumo de pastillas también se redujo del 13% al 7%.
Entre las mujeres solteras pero sexualmente activas, se produjo un aumento de los anticonceptivos de emergencia del 12% al 14%, mientras que el uso de implantes aumentó del 16% al 24%.
Según la encuesta, las mujeres rurales empiezan a tener relaciones sexuales a una edad temprana (17 años) y empiezan a utilizar anticonceptivos seis años más tarde (23 años), en comparación con sus homólogas urbanas, que empiezan a tener relaciones sexuales a los 19 años y empiezan a utilizar anticonceptivos a los 22 años.
Las mujeres rurales empiezan a utilizar anticonceptivos dos años después de haber tenido su primer parto, por término medio a los 21 años, mientras que las mujeres urbanas empiezan a utilizar anticonceptivos un año antes de su primer parto, a los 23 años.
JUVENTUD
Según el informe, sólo tres de cada 10 adolescentes y mujeres jóvenes utilizan un método anticonceptivo moderno.
Sin embargo, el compromiso FP2020 pretende garantizar que el uso de anticonceptivos entre las adolescentes de 15 a 19 años aumente del 40% al 50% en 2020 y al 55% en 2025.
“Esto puede lograrse si nos concentramos en los jóvenes; son sexualmente activos y necesitarían planificarse”, afirmó el profesor Gichangi.
El informe mostró que las necesidades insatisfechas de planificación familiar entre todas las mujeres de 15 a 49 años disminuyeron del 19 por ciento en 2014 al 12 por ciento en 2018, mientras que en las mujeres casadas disminuyó del 25 por ciento al 14 por ciento, según la plataforma Performance Monitoring and Accountability 2020.
Pokot Occidental encabezaba las necesidades insatisfechas entre las mujeres casadas, con un 19%, seguido de Kilifi (16%), Siaya (14%), Bungoma (13%), Kakamega y Nandi (12%), Nairobi y Kitui (10%), Kericho (9%), Nyamira (7%) y Kiambu (5%).
La necesidad insatisfecha se refiere a un número de mujeres sexualmente activas o casadas a las que les gustaría retrasar la maternidad o los nacimientos espaciados, pero que no utilizan métodos anticonceptivos.
“La necesidad insatisfecha de anticonceptivos sigue siendo alta, del 11,5%. Esto indica que es posible que las mujeres no alcancen el tamaño de familia deseado”, afirma el profesor Gichangi.
