Indonesia está en vías de desarrollar un sistema sanitario sostenible y equitativo, pero persisten los problemas relacionados con el acceso y la calidad de los servicios, ha declarado hoy el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la salud, Dainius Puras.
“A pesar de los encomiables esfuerzos realizados, la disponibilidad, el acceso y la calidad de los servicios sanitarios siguen siendo un reto en un país cuya población está repartida en miles de islas y zonas remotas”, afirmó.
El Sr. Puras instó a las autoridades indonesias a abordar estos retos “con el máximo nivel de compromiso político para que el sistema sanitario garantice todos los elementos básicos del derecho a la salud.”
También señaló que existen barreras para la realización de los derechos a la salud sexual y reproductiva en forma de violencia y discriminación contra las mujeres y otras poblaciones clave.
“Me desalentó escuchar que la planificación y prestación de estos servicios y la educación sexual están siendo influenciadas por ciertos grupos que continúan oponiéndose a las políticas, instrumentos y mecanismos de promoción y protección de los derechos de salud sexual y reproductiva”, dijo.
Aunque la prevalencia del VIH/SIDA en Indonesia es relativamente baja, las nuevas infecciones van en aumento y los afectados se enfrentan a la estigmatización y la discriminación, incluso en los entornos sanitarios. Los papúes tienen el doble de probabilidades de contraer el VIH/SIDA que el resto de la población.
Añadió que era necesario mejorar la política sobre drogas, ya que la actual socavaba los esfuerzos de salud pública y el derecho a la salud de las personas que consumen drogas. “La criminalización del consumo de drogas sólo alimenta la discriminación, la violencia y la exclusión, alejando a las personas de los servicios sanitarios que necesitan y socavando gravemente los esfuerzos de salud pública.”
El relator especial presentará un informe exhaustivo sobre su visita a Indonesia al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en junio de 2018.
Los Relatores Especiales son nombrados por el Consejo de Derechos Humanos para examinar un tema específico de derechos humanos o la situación de un país e informar al respecto. Los cargos son honoríficos y los expertos no forman parte del personal de la ONU, ni reciben remuneración por su trabajo.