Hoy Etiopía tiene más de 70 casos confirmados de COVID-19, un hecho que ha puesto en máxima alerta a las matronas del país.
“Las comadronas no pueden mantener la distancia física con una parturienta como en otras salas, lo que las hace demasiado propensas a infectarse con el virus”, afirma Dawit Mequanint, una comadrona que trabaja en el Hospital Especializado Tikur Anbessa, el mayor hospital terciario del país.
En todo el mundo, médicos y matronas luchan por obtener suficientes equipos de protección individual (EPI) para protegerse de las infecciones mientras prestan servicios vitales a los pacientes. El Sr. Dawit y sus colegas no son una excepción: Afirman que ha habido una gran escasez de equipos de protección, como gafas, delantales, mascarillas y desinfectantes de manos.