Por Vienna Madrid, Asociada para la Región de Asia, FP2030
En los dos últimos años, el tenue entorno de los derechos humanos en Myanmar se ha deteriorado enormemente, con la pandemia de COVID-19 agravando las desigualdades y las tensiones entre grupos culturales. Con la continua tensión entre el ejército de Myanmar y los grupos étnicos armados, proporcionar acceso a la salud sexual y reproductiva es un reto importante. La combinación de la pandemia y la incierta situación política agrava las necesidades de salud sexual y reproductiva de la población de Myanmar, que se enfrenta a los efectos agravados de una necesidad insatisfecha de planificación familiar.
En medio de los continuos brotes de COVID-19, el gobierno de Myanmar impuso restricciones a la circulación, incluidos toques de queda y cierres patronales. Aunque con estas medidas se pretendía restringir los movimientos y detener la propagación de la pandemia, los conflictos políticos y culturales crearon, en cambio, desplazamientos internos a gran escala. Los cierres y las emergencias humanitarias intensifican la amenaza de la violencia de género, especialmente para las mujeres y las niñas. Sin embargo, a pesar de la incertidumbre, los defensores de la planificación familiar y los antiguos socios de FP2030, DKT International y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), han seguido proporcionando anticonceptivos y otros servicios de salud reproductiva a personas de todo Myanmar.
Durante la pandemia, muchos sistemas de salud pública del país se han visto desbordados, lo que ha dificultado más que nunca la prestación de importantes servicios de planificación familiar, según el equipo de DKT con sede en Yangón. Sin embargo, DKT ha trabajado incansablemente para garantizar que las mujeres y las parejas no sólo tengan acceso a anticonceptivos y servicios, sino también que comprendan la importancia de estos servicios a través de vías de marketing innovadoras y educativas. DKT International, una empresa social dedicada a la educación, promoción y distribución de anticonceptivos, suministró más de un millón de años de protección de la pareja (CYP) en todo Myanmar en 2021, lo que representa la cantidad de anticonceptivos que una pareja utilizará durante un año para evitar el embarazo. Esta cifra supone un aumento del 38% con respecto a años anteriores, el mayor número de CYP producidos por el programa desde su creación. La motivación del equipo de DKT para seguir prestando estos servicios esenciales proviene de la creencia de que, en tiempos de incertidumbre, lo único de lo que pueden estar seguras las mujeres y las parejas es de evitar un embarazo no planificado mediante el uso continuado de anticonceptivos modernos.
Para ello, el UNFPA en Myanmar ha apoyado un mecanismo de coordinación a nivel nacional y subnacional para la planificación familiar y la salud y los derechos sexuales y reproductivos, con el fin de compartir información, actualizaciones y retos operativos. El UNFPA también llevó a cabo actividades de fortalecimiento de la capacidad en línea para la salud sexual y reproductiva y la planificación familiar, así como formación presencial cuando fue posible (de acuerdo con los protocolos de pandemia). Durante 2021, un total de 4.369 personas recibieron servicios de información, concienciación y asesoramiento sobre planificación familiar por parte del UNFPA y sus socios. El UNFPA y sus socios formaron a 651 proveedores de servicios de planificación familiar, incluidos voluntarios y compañeros. Para mejorar la disponibilidad de productos de planificación familiar y la seguridad de los productos de salud reproductiva, el equipo del UNFPA en Myanmar formó a 182 gestores de la cadena de suministro, personal sanitario y logístico de organizaciones asociadas para establecer sistemas electrónicos de información de gestión logística (e-LMIS) en 31 almacenes y 406 centros de salud.
El UNFPA en Myanmar adquirió 367.100 CYP de productos de planificación familiar en 2021 pero, al igual que muchas otras organizaciones, siguen enfrentándose a problemas de envío y fabricación en el contexto actual, concretamente en la adquisición y distribución de productos. En respuesta a estos problemas, el UNFPA estableció un sistema alternativo de almacenamiento y distribución en colaboración con DKT International. También obtuvo y distribuyó kits de emergencia de salud reproductiva, incluidos productos de planificación familiar, y kits de dignidad femenina, a mujeres y niñas de zonas en crisis y afectadas por conflictos en Myanmar.
La colaboración entre socios como el UNFPA y DKT en Myanmar demuestra la importancia de unirse, especialmente en tiempos de incertidumbre. La resistencia y agilidad de estas organizaciones son encomiables, junto con los esfuerzos de muchos otros socios de Myanmar que mantienen su compromiso de garantizar la salud sexual y reproductiva de todas las personas.