Los efectos de la actual crisis sanitaria son de gran alcance y aún están desencadenándose. Pero está claro que los más marginados serán los más afectados.
La libertad reproductiva no es una realidad para muchas mujeres de todo el mundo. Para demasiadas mujeres, el acceso a una planificación familiar de calidad sigue dependiendo de dónde vivan y de cuánto dinero ganen.
Sin embargo, todo el mundo tiene derecho a llevar una vida reproductiva segura y digna, libre de daños y discriminación durante una crisis y siempre.