En Argentina, la política del actual gobierno dificulta y limita el acceso a la educación sexual integral (ESI) y a los servicios de salud sexual y reproductiva para adolescentes y jóvenes . Se ha desmantelado el Plan Nacional de Prevención del Embarazo no intencional en la Adolescencia (Plan ENIA), que era una política implementada desde el 2018 con el objetivo de vincular los servicios de salud de nivel primario con las escuelas y que en 6 años, logró la reducción de tasas en fecundidad adolescente y disminuyo los embarazo adolescente en un 50%.