Los programas de planificación familiar dependen de las cadenas de suministro para hacer llegar los productos anticonceptivos a las mujeres y niñas que desean utilizarlos. Los problemas en cualquier punto de la cadena -desde el aprovisionamiento inicial hasta la distribución local- pueden provocar estantes vacíos. Por otra parte, una cadena de suministro segura implica menos roturas de existencias y cuellos de botella, y una mayor variedad de productos disponibles cuando y donde se necesiten. Significa que las mujeres y las niñas tienen más opciones y una fuente más fiable de los productos anticonceptivos que prefieren.