El matrimonio infantil obliga a las niñas a mantener relaciones sexuales para las que no están preparadas ni física ni emocionalmente. Puede hacer que abandonen la escuela y limita sus oportunidades de participación en la comunidad, incluido el empleo. Un matrimonio tardío mejora enormemente las posibilidades de que una niña tenga una vida sana, feliz y productiva. Y los beneficios de un matrimonio posterior van más allá de la chica: sus hijos, su familia, su comunidad y su país experimentan mejores resultados sanitarios, económicos y sociales.
Los programas que aumentan la visibilidad y el estatus de las niñas en sus familias y comunidades, y fomentan sus habilidades y conocimientos, han demostrado retrasar el matrimonio en distintas partes del mundo. Sin embargo, en Bangladesh, donde los esfuerzos para prevenir el matrimonio infantil se han centrado en la aplicación de leyes y políticas, existen pocas investigaciones sobre qué enfoques funcionan mejor para retrasar el matrimonio y por qué.
Para ayudar a llenar este vacío de pruebas, en 2012 el Population Council y sus socios se embarcaron en un estudio de cuatro años para entender si los enfoques de desarrollo de habilidades para empoderar a las niñas pueden retrasar el matrimonio en las comunidades de Bangladesh, donde las tasas de matrimonio infantil son más altas en tres distritos del sur del país: Khulna, Satkhira y Narail.