Los beneficios del acceso universal a la anticoncepción voluntaria han sido ampliamente documentados en términos de supervivencia materna y neonatal, empoderamiento de la mujer y capital humano. Dada la dinámica demográfica, las opciones y oportunidades que tienen los adolescentes en cuanto al acceso a la información y los servicios de salud sexual y reproductiva podrían afectar significativamente a la carga de enfermedades y al capital humano de las naciones.
Existen dos grupos diferentes de adolescentes sexualmente activos: las casadas o en unión libre, con un uso muy bajo de métodos anticonceptivos modernos y un estatus socioeconómico más bajo, y las solteras, entre las que casi el 50% utiliza métodos anticonceptivos modernos. Las adolescentes más jóvenes tienen una menor prevalencia de anticonceptivos modernos. Existen importantes problemas de desigualdad en el uso de anticonceptivos modernos por educación, residencia y quintil de riqueza. Sin embargo, mientras que en Burkina Faso y Nigeria no se registraron avances significativos, los datos de Etiopía apuntan a una reducción significativa y sistemática de las desigualdades. La reducción de la brecha de equidad fue más notable en el caso de las adolescentes sin estudios o que viven en zonas rurales. En los tres países, tras ajustar por variables socioeconómicas, los factores que más influyeron en el uso de métodos anticonceptivos modernos entre las adolescentes embarazadas fueron el matrimonio y la vacunación infantil.
Abordar el matrimonio infantil y adoptar políticas y estrategias eficaces para llegar a las adolescentes casadas es fundamental para mejorar el empoderamiento y el capital humano de las adolescentes. La reducción de la brecha de equidad en la cobertura en Etiopía justifica nuevos estudios y documentación. Los resultados sugieren una oportunidad perdida para la integración de la salud materna y neonatal y la planificación familiar.