Las mujeres y los recién nacidos necesitan servicios de maternidad de calidad, y el personal sanitario debe recibir apoyo para prestarlos. No hay excepciones en tiempos de crisis, ni siquiera en la actual pandemia de COVID-19, que está ejerciendo más presión sobre unos sistemas sanitarios ya de por sí sobrecargados.
Las violaciones de los derechos de las mujeres, los recién nacidos y los trabajadores de la salud son generalizadas en todas las zonas geográficas y niveles de ingresos, desde los procedimientos médicos forzosos a la separación obligatoria de la madre y el bebé, pasando por la falta de equipos de protección personal para el personal sanitario. Sin embargo, están surgiendo enfoques innovadores a medida que las mujeres, las familias y los profesionales sanitarios buscan respuestas, juntos.
El Consejo Mundial de Atención Respetuosa a la Maternidad, un grupo multisectorial formado por más de 150 organizaciones de 45 países y convocado por White Ribbon Alliance, hace un llamamiento a todos para que pongan de su parte a fin de garantizar que todas las mujeres y recién nacidos reciben intervenciones vitales para salvar sus vidas y que se respeta su derecho a la dignidad y el respeto durante el embarazo y el parto.