Ruanda va a liberar a 50 mujeres encarceladas por abortar tras el indulto personal concedido por el presidente del país, Paul Kagame.
Los activistas de derechos humanos acogieron con satisfacción la liberación pendiente de las mujeres, seis de las cuales habían sido condenadas a cadena perpetua -la pena más alta de que disponen los tribunales-, dos a 25 años y las demás a penas de entre 12 meses y 20 años.
“Es un paso positivo”, dijo Tom Mulisa, director ejecutivo de la Iniciativa de los Grandes Lagos para los Derechos Humanos y el Desarrollo (GLIHD).
La Dra. Agnes Odhiambo, de Human Rights Watch en Kenia, afirmó que nunca deberían haber sido encarcelados. “Aunque se trata de una buena medida, las mujeres y las niñas nunca deberían, en primer lugar, ser encarceladas por ejercer sus derechos reproductivos. El gobierno de Ruanda debe eliminar las medidas punitivas para las mujeres que abortan”.