El 15 de julio, Knowledge SUCCESS y FP2020 lanzaron nuestra nueva serie de seminarios web, “Connecting Conversations”, una serie de debates sobre la salud reproductiva de adolescentes y jóvenes. ¿Se perdió el primer seminario? Knowledge Success ha proporcionado una recapitulación:
¿Sabía que, aunque nuestros cerebros alcanzan su peso adulto cuando somos niños pequeños, no están plenamente desarrollados hasta mediados de la veintena? Esto afecta al desarrollo cognitivo de la persona, a la regulación emocional, a las relaciones con los compañeros y al comportamiento sanitario, incluido el uso voluntario de anticonceptivos y la salud reproductiva.
Esta es sólo una de las muchas ideas compartidas por la profesora Susan Sawyer, ponente destacada en la primera sesión de la serie en línea “Connecting Conversations” de FP2020 y Knowledge SUCCESS. Es Catedrática de Salud del Adolescente en la Universidad de Melbourne, Directora del Centro de Salud del Adolescente del Royal Children’s Hospital y Presidenta de la Asociación Internacional para la Salud del Adolescente (IAAH). Centrándose en la importancia transformadora de la adolescencia, el profesor Sawyer habló el 15 de julio sobre temas fascinantes como los determinantes sociales de la salud de los adolescentes, la inversión en el triple dividendo y por qué las definiciones de adolescencia y juventud son importantes para la política.
Determinantes sociales de la salud
El profesor Sawyer habló de la importancia de comprender la naturaleza dinámica de los entornos sociales de los jóvenes. La adolescencia es una época en la que la influencia de los compañeros y los medios de comunicación es muy fuerte, y las normas sociales y las transiciones -de la educación al empleo, y en torno a las familias- ofrecen un conjunto único de circunstancias que deben tenerse en cuenta a la hora de planificar programas para los jóvenes.
El “triple dividendo
Al explicar el “triple dividendo”, el profesor Sawyer describió los enormes beneficios triples de invertir en los adolescentes. En primer lugar, estas inversiones redundan directamente en una cohorte de jóvenes más sanos. En segundo lugar, a medida que estos jóvenes maduren, acabaremos teniendo una población adulta más sana. Por último, invertir en los adolescentes tiene beneficios intergeneracionales: Las mujeres jóvenes que retrasan el parto hasta los 20 años suelen tener un mayor nivel educativo, más autonomía en sus relaciones y familias más sanas…