El gobierno del Reino Unido se ha comprometido a proporcionar ayuda voluntaria para la planificación familiar a 24 millones de niñas y mujeres de los países más pobres del mundo.
El Reino Unido cree que las mujeres y las niñas deben tener el derecho fundamental a planificar el tamaño de sus familias, y su apoyo contribuirá a garantizar el acceso a métodos anticonceptivos asequibles y de alta calidad.